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Primera feria del melón de Villaconejos.

El pasado fin de semana, 15 y 16 de Septiembre, se celebró en la localidad madrileña de Villaconejos la 1ª Feria del Melón.

Pude acudir a la fiesta el domingo, seducido por el atractivo de ver cómo los ilustres cocineros Rodrigo de la Calle, Teresa Gutiérrez y Pepe Rodríguez preparaban en directo y ante la concurrencia, frescos y originales platos protagonizados por el melón. Ideas brillantes, originales y divertidas para amenizar la cocina y redescubrir esta fruta.

Luego, algunas de la empresas meloneras más señeras de Villaconejos, agasajaron a los asistentes con la degustación de sus productos, regados con buenos vinos y acompañados de queso.

El broche de oro lo puso el grupo de coros y danzas Limón y Miel con su actuación.

Bajo un sol de justicia,  forasteros y gentes del pueblo compartieron anécdotas, recetas, risas, sensaciones, canciones y bailes.

Mi estancia en Villaconejos concluyó con una visita al más que recomendable Museo del Melón, donde es posible disfrutar de fotografías, aperos de labranza y aprender un sinfín de cosas que giran alrededor del melón.

Por ejemplo, los términos que hacen referencia a al calidad del melón: 
PASAO: Se dice de un melón excesivamente maduro. 
VINAO: Es el melón con un exceso de azúcar, lo cual produce su fermentación dándole un sabor muy parecido al del vino. 
ARRETESTINAO: El melón con la carne muy fuertemente unida a la pepita. 
PEPINO: El melón sin madurar. 
ENCALAO: Es el melón con huecos en su interior, fruto de la escarcha o del excesivo calor.
ACORCHAO: Es el melón cortado antes de tiempo y que ya no puede madurar.

Cabe reseñar también las variedades más famosas de melones cultivadas en este pueblo del sur madrileño:

El melón negro o escrito; que se dice llegó a la zona en 1900 cuando un soldado español trajo semillas desde áfrica. El aspecto reticulado de su piel y su color verde oscuro es lo más caracterísitico de esta variedad.
Balanza romana, usada aún hoy día por los meloneros.
El melón mochuelo; de piel lisa y verdiamarilla y el melón y carne más amaraillenta, de un peso de quilo y medio a tres quilos por pieza.
El melón piel de sapo: La variedad más comercializada. Alargado, de color verde con manchas de color más osucuro y con la carne de color verde claro.

La verdad es que lo que empezó siendo una aventura gastronómica, terminó siendo un instructivo paseo a la comarca de Las Vegas, donde pude encontrar la importancia del melón en la economía y el desarrollo de la zona y enorgullecerme del trabajo y tesón durante décadas de las gentes de esa tierra.


Luego, una comida en Chinchón, en el restaurante La Balconada. Algo caro, pero el sabor y la vista lo merecía.

Timbal de helado de aceite de oliva virgen, queso, aguacate y tomate (18€). Ensalada de bogavante (24 €). Pan y bebida no incluídas.

Vista desde el restaurante La Balconada de Chinchón (Madrid).

En definitiva, un estupendo y maravillosos día, acercándonos a lo que mucha veces nos queda más lejos: nuestros pueblos y nuestra tierra.




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